Bolivia es el segundo mayor importador mundial de mercurio, según un estudio de 2020 sobre esta industria. Y el país andino se ha convertido en un nuevo epicentro del tráfico de este metal en Sudamérica desde que su vecino Perú comenzó a restringirlo. El tráfico también se extiende hacia Brasil, Colombia, Venezuela y Guyana.
Por Katie Jones
La Paz, Bolivia, 15 de mayo (InSightCrime).- Redes ilícitas suplen de mercurio las operaciones mineras en toda la cuenca del Amazonas, pese a las campañas globales por restringir la circulación de este químico.
La Convención de Minamata promovida por las Naciones Unidas buscó acabar con la producción, importación y exportación de productos que contuvieran este elemento para 2020. Pero los mineros ilegales desde Colombia hasta Perú siguen usando azogue, como se conoce comúnmente el mercurio, para separar el oro de la tierra y el sedimento, dejando a su paso enormes charcos de barro mezclado con mercurio.
InSight Crime desentraña los factores que promueven el tráfico ilícito en la región y la manera como se trafica el mercurio líquido de un país a otro en la Amazonía.
PERÚ: IMÁS PARA EL MERCURIO DE CONTRABANDO
Perú ha mostrado una reducción significativa de sus importaciones formales de mercurio, desde que ratificó la Convención de Minamata en 2015.
Pero en los centros nacionales de minería ilícita, como la región de Madre de Dios, nunca parece escasear el mercurio. Como InSight Crime lo informó en 2016, en la región se declaró un estado de emergencia general por la aguda contaminación con mercurio asociada a la minería ilegal.
César A. Ipenza, abogado y profesor peruano especializado en temas ambientales, confirmó a InSight Crime que desde Bolivia entra ilegalmente mercurio en grandes cantidades.
En la porosa zona trifronteriza que Perú comparte con Brasil y Bolivia, se observa tráfico ilegal de todo tipo de productos, con el paso por la zona de suministros mineros, armas y narcóticos.
La ingeniera química y una de las mayores expertas en mercurio en Perú, Vilma Morales, declaró a Mongabay que en la población fronteriza de Desaguadero, que conecta la región de Puno, al sureste de Perú, con el departamento fronterizo de La Paz, en Bolivia, es prácticamente imposible ejercer un control fronterizo.
Al consultar al personal que sirve en la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de Perú, Morales supo que los grupos criminales dedicados al tráfico por Puno asesinarían a quien se interpusiera en su camino, por lo que algunos funcionarios optan por hacer la vista gorda ante cualquier tentativa de tráfico.
El mercurio también se abre paso hasta Perú por medio de Ecuador. Morales habló con varios mineros de la ciudad peruana de Piura, que solían regresar a la frontera con Ecuador para recoger azogue en botellas más pequeñas que latas de gaseosa.
Se han hecho algunos grandes decomisos. En 2019, agentes de aduana en Puno confiscaron un envío de unos 110 litros de mercurio hallados en un camión abandonado en la carretera de Huancané, en la ciudad de Juliaca, al sureste de Perú. Las autoridades avaluaron la carga —procedente de Bolivia— en 300.000 soles peruanos, alrededor de 82 mil dólares.
Pero es mucho más común el tráfico hormiga, donde se contrabandea un producto en pequeñas cantidades para evitar su detección, pues a bordo de autobuses públicos los pasajeros llevan mercurio en frascos. Otros esconden el químico bajo las sillas de los automóviles para cruzar la frontera.
El año pasado, el Centro para Estudios Avanzados de Defensa (C4ADS) reveló que algunas personas incluidas en la lista de usuarios autorizados de mercurio en Perú —que incluía influyentes políticos y personalidades— tenían un historial documentado de presunta participación en minería ilegal.
El C4ADS también detalló cómo los suministros del principal importador de mercurio en Perú, la Minera Triveño del Perú SAC, presuntamente había estado contactando a “compradores independientes” no autorizados.
Luis E. Fernández, director del Proyecto Carnegie para el Ecosistema del Amazonas por el Mercurio (Carnegie Amazon Mercury Ecosystem Project, CAMEP) declaró a InSight Crime que puede estarse filtrando el mercurio de uso industrial y odontológico a las cadenas ilícitas de suministro.
BOLIVIA: PUNTO DE TRÁNSITO IDEAL
Bolivia es el segundo mayor importador mundial de mercurio, según un estudio de 2020 sobre esta industria, publicado por el Comité Nacional de los Países Bajos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN NL).
Y el país andino se ha convertido en un nuevo epicentro del tráfico de este metal en Suramérica desde que su vecino Perú comenzó a restringirlo, así lo señaló Mariel Cabero Ugalde, experta en justicia ambiental del en declaraciones a Mongabay.
Las redes que abastecen el químico a los comerciantes bolivianos tienen nexos con organizaciones criminales transnacionales que participan en la trata de personas y el narcotráfico, según el IUCN NL.
El mercurio llega en grandes cantidades al país procedente de México, aprovechando un vacío legal en las regulaciones. Las importaciones con destino a Chile entran en su mayoría al país andino por vía terrestre, hasta la ciudad de La Paz.
Notas de medios locales indican que el azogue puede conseguirse ilegalmente en ciudades como Cobija, Trinidad, Santa Cruz, Oruro y también Potosí en Bolivia.
Oscar Campanini Gonzales, director del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), dijo a InSight Crime que las ventas de mercurio por lo general son «rápidas y ágiles», facilitadas por plataformas digitales, como Facebook.
El experto reveló que el mercurio también llega a los centros de minería aurífera en el país que se encuentran coincidencialmente cerca de las fronteras con Perú y Brasil. Según el IUCN NL, el químico puede ser «desviado» por importadores legales o comerciantes minoristas asentados en zonas limítrofes.
Posteriormente, el azogue se filtra de forma ilegal a los campamentos mineros de todo Perú, en particular los de la región de Madre de Dios.
De los cuatro exportadores en Bolivia que tienen vínculos con Perú, dos se han asociado con pares peruanos con antecedentes de participación en el contrabando de químicos para el tráfico de estupefacientes, según Campanini.
Un informe del CEDIB reveló que «las redes de tráfico de mercurio se conforman de manera similar a los carteles, con la participación de múltiples niveles de importadores, mayoristas y minoristas. Ellos están bien posicionados y por lo general operan en secreto, dado que la mayor parte de las transacciones son informales».
LA PUERTA ABIERTA DE GUYANA
En 2020, el IUCN NL reveló que Guyana dejó sus puertas abiertas al ingreso de mercurio, el cual parece abastecer las operaciones mineras ilegales en los países vecinos de Surinam, Brasil y Venezuela.
Pese a haber ratificado la convención de Minamata en 2014, Guyana fijó un límite de importaciones de 34 mil 500 kilogramos anuales.
En su informe de 2020, el IUCN NL señaló que las autoridades guyanesas nunca han decomisado una “importación informal de mercurio”.
Pero al consultar con una diversidad de informantes, los investigadores de la IUCN informaron que el metal ingresa al país de manera informal procedente de China en barcos de contenedores que eluden las inspecciones aduaneras.
Aunque el químico —que arriba generalmente al puerto marítimo de Georgetown— se usa para alimentar la minería de oro en Guyana, hay denuncias que señalan que también se desvía para suplir operaciones ilícitas en los países vecinos.
El mercurio se trafica al otro lado de la frontera hasta el estado brasileño de Roraima, según fuentes locales consultadas por el medio InfoAmazonia. El químico se adquiere sin problemas en el río Takutu, donde se usan los pasos fronterizos ilegales para el contrabando de mercancías y el tráfico de personas.
Al pasar el río, se dice que muchas veces se contrabandea el mercurio hasta Boa Vista, la capital de Roraima, usando autobuses o taxis.
También se cree que el químico llega al vecino país Surinam. “La frontera es porosa y en su mayor parte no tiene vigilancia, por lo que no sería difícil para cualquier persona llevar contrabando, mercurio incluido, en cualquier dirección”, como lo comentó Ian Sutherland, responsable de la investigación del IUCN NL en Guyana, a InfoAmazonia.
Y desde Guyana hasta Venezuela se trafica el azogue por rutas aéreas o marítimas, según el IUCN NL.
Esos movimientos muchas veces pasan desapercibidos, dado que en la mayoría de los casos el mercurio se contrabandea en cantidades muy pequeñas.
Pero otros problemas muy arraigados también pueden contribuir a amplificar el tráfico. “Los sobornos son un problema importante en Guyana”, declaró Sutherland a InfoAmazonia. “En las zonas mineras, es común ver a policías con gruesas cadenas y joyas de oro, y puede adivinarse de dónde vienen”.
TRÁFICO TÓXICO EN COLOMBIA
Es poco lo que se sabe del comercio ilícito del mercurio en Colombia. Pero es claro que no hay escasez de suministros.
Como lo informó InSight Crime, en agosto de 2019, el gobierno colombiano ratificó la Convención de Minamata, en un intento por reducir el uso interno de mercurio en 180 toneladas anuales y declarar el país libre de mercurio para 2023.
Pero la demanda de mercurio en los centros de minería ilegal de todo el país, desde el departamento de Chocó hasta la región de la Amazonía, es cubierta por diversas fuentes.
Datos de la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas de Colombia señala que el comercio ilegal de mercurio se originaba en China, como señala un informe de 2019 publicado por el Fondo Mundial de la Vida Silvestre (WWF) y la Fundación Gaia Amazonas, una organización para la protección de la selva amazónica y las comunidades que la habitan.
El mercurio se filtra a los departamentos de Nariño y Putumayo por la frontera sur que el país comparte con Perú, en general oculto dentro de botellas de 2.5 litros de bebidas gaseosas, como lo reveló el geólogo Jairo Herrera.
Gran parte del mercurio que ingresa de manera irregular al país se transporta hasta la ciudad de Medellín, para distribuirse desde allí a las explotaciones ilegales del norte de Antioquia y Chocó.
En Colombia también se ha movido el mercurio en la modalidad de “contrabando interno”. InSight Crime supo que hay redes de tráfico que adquieren el metal de manera “legal” para usos médicos y abastecen la minería informal que pulula en Chocó.
El tráfico también ha pasado a canales digitales, por las dificultades en la obtención del químico, pero se vende sin problemas por medio de plataformas como Mercado Libre y Facebook en la ciudad de Medellín.